Tristemente, una mujer fue asesinada, y una amiga, sabiendo que era budista, me contactó por el messenger, pidiéndome alguna orientación. Le pasé esta oración, que comparto por si alguien la necesita en algún momento. H.S.
Querido/a <nombre de la persona fallecida>, has fallecido y has dejado tu cuerpo físico. Están aquí tus amigos y familiares, quienes han venido a expresarte sus respetos y a despedirse.
Te extrañaremos, pero ahora debes soltar todos tus asuntos mundanos y seguir tu camino hacia tu próxima existencia. Que los Buddhas y Bodhisattvas de las diez direcciones te acompañen y cuiden. Ahora recitamos el Gran Titulo del Sutra del Loto para que los méritos del Gran Buddha Eterno te alcancen y para que renazcas en circunstancias propicias para encontrar y abrazar el Camino del Dharma y rápidamente te conviertas en un Buddha:
Nam’ Myoho Renge Kyo
Nam’ Myoho Renge Kyo
Nam’ Myoho Renge Kyo
(Tantas veces como se desee)
No sé!
En la tradición Chan / Zen, el verdadero conocimiento no es conocimiento. Conocimiento es como se le llama, pero no es accesible por el intelecto. Es una actividad de experienciación, en la cual ‘desaparecen’ -en tanto que cesa la discriminación- el sujeto experimentador y el objeto experimentado. Intentar descubrir o experimentar usando el intelecto se convierte en un obstáculo. Necesitamos el lenguaje convencional para hacer un abordaje del tema; pero, no debemos aferrarnos al lenguaje o a los conceptos. Por eso sostenemos el No sé, la ignorancia, como defensa ante los engaños de la mente condicionada que quiere etiquetar todo y afirmar el ego. No sé es el amigo -o la amiga- que nos mantiene en el Camino hacia la percepción de nuestra verdadera naturaleza. Ante cada intento de la mente ilusionada por decirnos que somos esto o aquello, o que debemos creer una cosa u otra, el No sé nos vuelve al Camino. Resaltando este espíritu, iniciamos esta nueva versión del blog. Los contenidos de versiones anteriores se perdieron o no son ya pertinentes. Cada momento es un nuevo comenzar. Bienvenidos.
